Hoy he visto la muerte en los ojos de otros. El dolor, la ansiedad, el más absoluto desconsuelo. Un día te levantas y ya no vuelves a hacerlo, un día te levantas y pasas a ser recuerdos. Sin previo aviso, sin preámbulos. Y en ese momento llega el juicio final, no el que te llevará al cielo o al infierno, sino el “juicio final” de las personas que te conocieron. Ése que marca tu paso por la vida, ése que refleja el tipo de persona que llegaste a ser, porque así será cómo te recuerden.
Lloramos la muerte, es la clara muestra de la impotencia que sentimos ante ella. Lloramos… y no hay palabras que consuelen, no hay palabras porque no cabe decir nada, sólo: descansa en paz.
Lloramos la muerte, es la clara muestra de la impotencia que sentimos ante ella. Lloramos… y no hay palabras que consuelen, no hay palabras porque no cabe decir nada, sólo: descansa en paz.
Me encogiste el corazón...
ResponderEliminarcierto es que no hay palabras, como palabras tampoco hay para expresar lo que he sentido al leerte.
Un abrazo
sí...
ResponderEliminarestas sembrada...premio novel ya.pinti paitol
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