lunes, 31 de mayo de 2010

Ni un simple y frío adiós.

viernes, 28 de mayo de 2010

-Sara: ¿Qué tal se dio la noche? ¡Dios qué resaca tengo!

-Raúl: Bien, salí con los amigos del curro y acabé durmiendo bien acompañado.

-Sara: A mí me llamó Jorge en mitad de la noche.

-Raúl: Dime que no quedaste con él.

-Sara: Quedé con él. Necesitaba verle.

-Raúl: ¿Cómo que necesitabas verle? Ya vale Sara, ¿hasta cuándo vas a estar ahí siempre que te llame? ¿Cuándo vas a aceptar que lo vuestro acabó en vez de aferrarte al pasado? Joder Sara que cada vez que os encontráis te quedas echa una mierda.

-Sara: Necesitaba verle para demostrarme que ya no le quiero... Sabes, si tú me quisieras, Raúl si tú me quisieras y …

-Raúl: eh eh espera. ¿Cómo que si yo te quisiera?

-Sara: Sí, si tú me quisieras y yo sintiese lo mismo podríamos vivir una historia increíble. Iríamos al teatro, a conciertos, ¡al Museo de Cera! Por la calle cogidos de la mano entre la multitud nada nos separaría. Tendríamos tantas peleas como reconciliaciones aunque éstas últimas ganarían en calidad. “Te quieros” escritos en el espejo empañado del baño. Viajes, muchos viajes, a cualquier lado, sin planificación alguna. Llamadas a altas horas de la madrugada borrachos de arrepentimiento. Aniversarios y quejas de que nuestro amor es tan grande que no cabe en un 14 de febrero. Sorpresas y detalles que nos hagan sentir especiales. Encuentros fortuitos en el baño de cualquier bar. Un apoyo, un abrazo, una sonrisa cada vez que lo necesitemos, y cuando no también. En fin, una vida juntos.

-Raúl: Esto… ¡Tú estás mal de la cabeza! Siempre hemos sido amigos, nada más. ¿Nada más no? Sara yo…Sara yo no te quiero de ese modo

-Sara: jajajaja yo tampoco. Pero si hubiéramos sentido lo mismo…

-Raúl: Deja de beber, el alcohol te está matando las neuronas. ¡Fatal de la cabeza oiga!

-Sara: Si, tienes razón Jorge, digo Raúl.

lunes, 24 de mayo de 2010

RECAEMOS

¿Cuántas veces hemos dicho…

- De este agua no beberé y nos hemos atragantado con los peces?

- No mentiré y estás mintiendo?

- No volveré a escuchar nuestra canción cuando cada acorde sigue poniéndote la piel de gallina?

- Blanco cuando en realidad queríamos decir negro?

- No daré más que no recibo nada y el saldo vuelve a ser negativo?

- No voy a hablar más con él, llegando incluso a borrar su número de la agenda. Pero cuando la pantalla de tu móvil refleja que es él (has llegado a ese punto en el que te sabes de memoria su teléfono) has descolgado antes del tercer tono?

- “Debería haber empezado a estudiar hace un mes” el día anterior al examen?

- “No volveré a beber” un domingo de resaca?

- No seré yo la que llame y la factura de teléfono se parta de risa?

- No te necesito cuando es realmente la única persona que puede calmarte?


Sí, recaemos y eso no es bueno… pero es peor no tener nada en lo que recaer.

viernes, 21 de mayo de 2010

No es del todo cierto que sólo tengamos una oportunidad para crear una buena primera impresión. Lo cierto es que sólo tenemos una oportunidad para todo. Es irónico, el ser humano es imperfecto por naturaleza, y en vez de reconocerlo nos empeñamos en ponernos la careta de hombre/mujer diez y esconder bajo ella nuestros fallos. Los mismos que nos hacen humanos, los mismos que pueden motivarnos a superarnos, los mismos que nos hacen como somos.

¿Quién puede tirar la primera piedra? ¿Quién no ha cometido un error nunca? Que me lo diga que quiero conocerlo. Darle un abrazo y decirle que lamento que no sea capaz de sentir el dolor que provoca y la satisfacción de aprender de él, quiero decirle que lamento que no sea capaz de vivir. Todos cometemos errores, de hecho, todos tenemos el derecho y la obligación de cometerlos. Pero las ganas de salir victoriosos en una comparación con los demás hace que nos creamos con derecho de no dar otra oportunidad, a veces ni siquiera dar una, a los demás. Y es que somos tan osados que en muchas ocasiones, no nos la damos ni a nosotros mismos. Sólo somos capaces de dar dos, tres, quince oportunidades cuando se trata de la persona a la que queremos, y es que en ese sentido podemos llegar a ser un poco idiotas, pero ése es otro tema.

El no brindar una segunda oportunidad a alguien que cometió un error es una equivocación. Guárdate la piedra anda.

jueves, 20 de mayo de 2010

lunes, 17 de mayo de 2010

PRIMER ACTO

Cena en casa, tres amigas, cinco amigos, dos de ellos forman un grupo de música.

-Irene: voy a sacar dinero, ahora vuelvo.

-Todos: vale.

-Miguel: te acompaño.

-Irene: ¿Hay un cajero más cerca que el que está al lado de la tienda de deportes?

-Miguel: vamos a tomar algo, los dos sabemos que no tienes que sacar dinero.


SEGUNDO ACTO

Miguel e Irene en el bar.

-Irene: ¿Cómo que no tengo que sacar dinero?

-Miguel: sacaste ayer.

-Irene: …

-Miguel: viendo la cara que pones a los comentarios de Paula, es evidente que ir al cajero era una excusa para irte en vez de decirle cuatro cosas y joder el finde de fiesta que habéis preparado.

-Irene: vaya, me acabas de dejar flipando.

-Miguel: jajaja, lo sé. Es lo que tiene ser tan bueno.

-Irene: baja modesto… Gracias.

-Miguel: de gracias nada. Ahora te toca a ti hacer algo por mí.

-Irene: ya decía yo…

-Miguel: dime qué canciones son las que te gustan más, ¿las mías o las de Carlos?

-Irene: jajaja. Todas

-Miguel: venga hombre, Paula y Silvia lo han dicho.

-Irene: tendrás que hacer algo para que merezcas que te lo diga.


TERCER ACTO

De fiesta en un bar. La noche va bien, ocho amigos de fiesta, disfrutando, bailando, hablando…

Miguel pasa una nota a Irene: “me gusta que cada vez que te mire te estés riendo”

Irene al rato le pasa la suya: “4, 6, 9, 10, 12”

-Miguel: no veo Perdidos.

-Irene: jaja, yo tampoco.

-Miguel: ¡dime qué son esos números! Me estoy volviendo loco intentado descubrirlo. Dame una pista.

-Irene: te he dado varias “pistas”.


CUARTO ACTO

-Miguel: ¡joder ya está! Son los números de las canciones que te gustan.

-Irene: sabía que acabarías descubriéndolo.

-Miguel: son todas mías.

-Irene: son todas tuyas.


Creo que no es necesario decir cuál es el quinto acto.

domingo, 16 de mayo de 2010

Pararía el tiempo, sí ahora mismo, aunque estemos en exámenes, aunque mi vida social se reduzca al tuenti y aunque todo atisbo de fiesta sea celebrar el acabar lo que tenía pensado estudiar hoy. Pararía el tiempo porque sé que dentro de un año, cuando sea quinto el año que termine, no tendré fuerzas para hacerlo.

Ana Belén cantaba una vez que al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver. ¿Y si ese lugar ha conseguido sacar lo mejor y lo peor de ti, llegar a unos límites que nunca pensaste que llegarías? ¿Qué haces entonces Ana? ¿Qué pasa cuando tienes que ir a un sitio que te hace tanto daño que llega a consumirte poco a poco? ¿Y qué pasa cuando años después el dolor te lo provoca el irte de allí? Salamanca duele, en todos los sentidos. Dolió en un principio y dolerá al final.

No soy capaz de escribir en un texto todo lo que ha significado cuarto, no puedo porque ni soy escritora, ni la felicidad se puede reflejar con palabras. Es bueno tocar fondo, en realidad es necesario. Hundirte, perder, perderte, llorar, dejar de ser quien eres… caer hasta un límite que ni siquiera sabías que existía, tocar fondo para luego tocar el cielo. Sólo si te has hundido sentirás la victoria de salir a flote. Pero no nos engañemos, nadie consigue esto él solo. Ni necesitamos tanto a las personas como pensamos ni somos tan independientes como queremos pensar. Si nuestros padres, amigos, enemigos… fuesen otros, no seríamos lo que ahora somos.

Y es que como me dijo una persona una vez: mejor que el arte de negociar, es el arte de elegir a los demás. Es un don y nadie nace con él, pero puede aprenderse. De los tropiezos en la vida puedes sacar lecciones y llegar a ser capaz de darte cuenta si la gente de tu alrededor merece la pena. Y si no la merece pues no la merece, cuanto antes te des cuenta mejor, menos tiempo perdido. Y en ese momento es cuando debes demostrar si realmente has aprendido el arte de elegir a los demás. Yo lo aprendí, tras muchos malos ratos, doy fe de que lo aprendí. Encontré a gente que siempre está ahí, pase lo que pase, diga lo que diga, haga lo que haga, siempre está ahí. Encontré a “mi gente” de Salamanca.

Fito cantaba una vez que creí que me había equivocado, luego pensé que estoy bien aquí… es gracias a vosotras. Y esto debíais saberlo.

sábado, 15 de mayo de 2010

De pobre nada, era un gilipollas.

No entendía la vida, le había cogido manía y si le coges manía, la vida te la coge a ti. Y es la hostia, de verdad. Cada problema, por pequeño que sea se convierte en un mundo, todo es gigante, deforme, monstruoso, un agobiazo.

La vida es otra cosa, la vida es disfrutar cada día, disfrutar de los viernes, joderse los lunes, jugar en los parques, llorar en los hospitales, y abrazarte a quien te abraza, y a quien no te abraza no te abrazas y ya está y no pasa nada. Y enfrentarse a los problemas, a todos, a los pequeños y a los grandes, y ganarlos a veces, y a veces no. Y echarlos fuera. Y caerse, y levantarse, y volverse a levantar las veces que haga falta.


Película La gran vida

viernes, 14 de mayo de 2010



Llega tarde el 28 y nerviosa miro el reloj, a lo lejos aparece el recuerdo de un amor. En realidad sería el 14, amistad por amor y sobre todo nada de recuerdo sino el presente, un gran presente y un futuro juntas.

Me gustaría inventar un país contigo, donde las personas sean como tú. Sería un país muy pequeño pues es muy difícil encontrar tan buenas personas. Me atrevo a decir que eres la mejor persona que conozco, no una de las mejores, sino la mejor. (disfruta de la victoria ¡competicióóóónnnn! jajaja) Nunca un mal gesto ha salido de tu parte, nunca has dicho “no” a los demás, nunca has dejado de estar ahí en todo momento. Y es que aunque no lo digas, yo sé que en realidad el bazo te lo quitaron porque tienes un corazón tan grande que sino no te cabía.

Nadie como tú sonríe tanto. Y es que eres tan alegre que eso tenía que reflejarse de algún modo. Siempre una sonrisa, siempre, aún en los malos momentos, aún cuando no puedes más. No te gusta mostrarte frágil pero tienes todo el derecho del mundo a no reír (y la obligación de volver a hacerlo) y allí, en esos momentos, estaremos tus dos cachondas para llorar contigo y reír por ti.

Tantas cosas que contar, tantos buenos momentos por vivir, tantas risas que echar, tantas liadas por hacer. Y es que aunque cada vez veamos más cerca el final, aún nos queda mucho por vivir juntas, muchas cosas por disfrutar, muchas cosas por las que llorar… Porque cuando encuentras a esas personas, merece mucho la pena, y tú eres una de ellas. Salamanca sin ti no hubiera sido lo mismo.

Soledad… nada de soledad. Aunque a veces la gente se vaya de tu lado sin aviso, y peor aún, sin motivo. No entenderé nunca cómo hay personas capaces de renunciar a la amistad, a una verdadera amiga, porque si algo se puede decir de ti es que nunca fallas, nunca dejas de ser un apoyo.

Puedes contar conmigo… Feliz cumpleaños cachonda.

martes, 11 de mayo de 2010

lunes, 10 de mayo de 2010

Sólo hay una cosa peor que sentirme mal, no saber cómo me siento. No sé si este vacío cuando te pienso es simplemente que ya no te siento o es que en realidad te echo de menos. Lo que tengo claro es que esto ya no me convence, ya no me sirve, no es dejar de dar porque no recibo nada a cambio, es dejar de dar porque sí recibo, pero malo.

Quizás merezcas una explicación pero no la pides. Prefieres quedarte en una esquina, con tu orgullo haciendo sombra, los dos con la cabeza bien alta, con esa pose de ganador que sólo los perdedores tienen. Y yo en la otra esquina, con todos mis principios por los suelos, con los zapatos rotos de pisotearlos uno a uno. Y es que cuando estoy a tu lado no me reconozco, y eso no se lo permito a nadie, ni siquiera a mí misma.

sábado, 8 de mayo de 2010

PIENSO

…comerme el mundo aunque a algunos les joda

…deshacer contigo la cama hasta rompernos a orgasmos

…ser especialista en darme ostias y experta en levantarme de ellas

…jugar con las miradas de todos los chicos del bar

…beberme las calles a oscuras

…preguntarte qué tal las veces que hagan falta aunque no me contestes

…ser la risa contagiosa

…llegar a ser una buena psicóloga

…elegir un buen concierto a uno multitudinario

…seguir adelante

…dar detalles sin esperar nada a cambio

…perderme de nostalgia si estoy lejos de Soria

…invitarte a una copa y ser yo la que te meta boca

…escuchar a los que dicen que molo, que a los otros ya me cansé de aguantarlos

…echarte de menos

…estar ahí si es lo que necesitas

…matarte a celos

…actuar contra las injusticias

…aferrarme a un clavo ardiendo si la causa lo merece

…poner la otra mejilla

…olvidarte si es lo que prefieres

…emocionarme con canciones hasta tener la piel de gallina

…equivocarme más y arrepentirme menos

…hacer locuras

…querer

…odiar

…ser yo la primera que llame

…soñar despierta

…hacer lo que me dé la gana.


... antes yo era más inmortal...

viernes, 7 de mayo de 2010

SE BUSCA COMPAÑERA DE PISO



Una compañera que me conozca tanto que sepa que hoy le escribiría un texto y a la que conozca tanto que sepa que ha estado metiéndose cada cinco minutos en mi blog.

Una compañera que comience nuestra historia en La Luna, como un flechazo entre resacas, sopas castellanas, suegros y primeros instantes juntas.

Una compañera con la que compartir reflexiones en La Alamedilla, por qués en el Bécquer, tardes de resaca, noches de concierto, descansos en exámenes… Que sea capaz de ir conmigo a cualquier lado; a cualquiera; a Zamora mismo a las diez de la noche; aunque no tenga sentido, aunque sea peligroso; que vaya sólo por el hecho de ir conmigo, de ir las dos a comernos el mundo.

Una compañera de piso que sea un salvavidas. Que esté ahí, siempre, andando a mi lado, amortiguando los golpes, evitando las caídas. Un apoyo sin el que no pudiera haber salido a flote de las aguas (dis)turbias que me ahogaban. Que la necesite, que me haga falta, que me pierda si sé que cuando llegue a casa ella aún no ha venido y no puedo contarle cómo me ha ido el día. Una compañera sin la que Salamanca no tenga sentido.

Una compañera que sea “la pajos”. Que lleguemos a tener tal complicidad que nos demos miedo porque siempre pensemos lo mismo. Que se venga a “mi país”, que sea cómplice de mis locuras, que comparta a los cantautores cachondos conmigo, que provoque mis carcajadas…

Una compañera de piso que sea el orgullo de sus padres. No, que sea algo más que eso. Que sea capaz de compensar “al” Cipri y a “la” Encarna de las ostias que a veces da la vida, porque todo lo bueno de los que desgraciadamente se quedaron por el camino está presente en ella.

Se busca compañera de piso… y se encuentra compañera para toda la vida. Feliz cumpleaños María.



Oye editora que he escrito un texto nuevo, ya me dirás qué te parece y si hay que cambiar algo, no te preocupes tienes tiempo, mucho tiempo.

miércoles, 5 de mayo de 2010

He cambiado aquel punto y seguido por puntos suspensivos, intentando que recojan nuestra lista de defectos, problemas y rutinas. Unos puntos suspensivos que reflejen que hay muchos, demasiados, pero que preferimos no nombrarlos para ver si así conseguimos obviarlos. Creo que en una lista de reproches quedaríamos empatados, los dos lo sabemos, por eso no la comenzamos. Pero los puntos suspensivos suelen ir seguidos de una mayúscula que marca el inicio de una nueva oportunidad. Una oportunidad para intentar que esto no acabe, o por lo menos que no acabe de esta manera. Pero vuelven los puntos suspensivos y creo que, tú ganas la lista de reproches pues siempre acabas con puntos suspensivos, y yo ya no sé a qué regla de puntuación aferrarme y acabo cayendo en mis interrogaciones que son nuestras dudas intentando que me des exclamaciones que las resuelvan.

He cambiado aquel punto y seguido por un punto y a parte. Quizás hubiera sido mejor una cuenta nueva pero es que no me gusta emborronar el papel. Siempre vuelves, o vuelvo, no lo sé. El caso es que sin saber cómo, ambos volvemos a ese bucle de nuestras ganas de cambiar los puntos suspensivos por lecciones aprendidas y de nuestros defectos camuflados en buenas intenciones. No conseguimos que esta historia cobre ni cuerpo ni sentido y es que ni a ti se te dan bien las reglas de puntuación ni a mí me gusta acabar las historias con un punto. Creo que por esta vez haré una excepción lingüística.

He cambiado aquel punto y seguido por un punto y final.

lunes, 3 de mayo de 2010

domingo, 2 de mayo de 2010

Otro día más la rutina del metro. Prisas, jaleo, ese señor de negro no me da buena espina, trabajo, he vuelto a olvidar los informes, tengo que llamar sin falta a Irene, vale es verdad aquí abajo no hay cobertura. Subo en el mismo metro, en el mismo vagón de todos los días. Te busco, te encuentro, menos mal que tú también eres el mismo chico de rallas de todos los días, el mismo que me devuelve las sonrisas, el mismo que juega con mis miradas. El Mp4 empieza a aburrirme, tengo que acordarme de preguntarle a Irene si ha descubierto algún cantautor de éstos que nos gustan tanto a las dos. De repente las luces se apagan, agarro fuerte el bolso recordando los consejos de mi padre, el vagón se para. Dios lo que me faltaba, parón en el metro, éstos de Madrid tendrán de todo pero no viven, sigo recordando las palabras de mi padre. El señor de negro se pone de pie, empuña un arma. Veo cómo te levantas, pienso que estás loco, ¿qué coño haces cruzando el vagón?, me abrazas, me proteges con tus brazos. Yo me concentro en los latidos de tu corazón, van rápidos, demasiado, pero creo que no superan a los míos. Me pregunto si su rapidez se deben sólo al señor de negro o si el hecho de que puedas sentirme también te encoge el pecho, me pregunto si te ocurre lo mismo que a mí. No recuerdo muy bien cómo actuó la policía, hubiera sido una muerte tan dulce a tu lado que no me preocupé por el final. Lo siguiente que recuerdo es cómo tus labios se acercaban a los míos y me besabas lentamente, con cuidado, protegiéndome pero esta vez con tus suaves labios, besándome con la impaciencia de comprobar que estaba bien.

Un señor de negro… vaya celestinos más raros hay hoy en día.



Feliz día mamá

sábado, 1 de mayo de 2010

- Y tú, ¿por qué te caes tanto?

- Porque luego me levanto