sábado, 30 de octubre de 2010

"Por la boca vive el pez" Parte I

Hay gente muy rara por el mundo pero ese señor tenía algo que atraía.Le veía todas las mañanas cuando iba al río a pasear. Él siempre estaba pescando en el mismo sitio. Al principio no reparé en su presencia, iba demasiado ocupada pensando en que mi vida era una mierda y apenas me daba cuenta de lo que había a mi alrededor. Pero un día, por razones que no podría explicar, mis ojos dejaron de mirar al suelo para mirarlo a él. Desde entonces le buscaba con la mirada todos los días. Él pronto se dio cuenta de que siempre era la misma chica la que pasaba a la misma hora por el mismo lugar y empezó a utilizar su sonrisa como forma de saludo. Yo se lo devolvía aunque la verdad, ahora que lo pienso, sentía algo raro cada vez que le saludaba. A medida que pasaban los días iba descubriendo más detalles de él, siempre llevaba un chaleco verde con un montón de bolsillos pero sin ningún anzuelo de repuesto y llevaba un gorro en el que podía leerse "por la boca vive el pez". Me hizo gracia, me recordó a la canción de Fito. Un día decidí acercarme a él.

martes, 26 de octubre de 2010

-¿Hablaste con tu compañera de piso?

-Sí.

-¿Qué tal? ¿Qué le dijiste?

-Que la quiero. Que estoy cansado de fingir que es solo una amiga. Que el no poder besarla me consume poco a poco. Que pienso siempre en ella. Que les daría una paliza a los tíos que entran en su cuarto después de una noche de fiesta. Que no aguanto más, que si me roza se para el mundo. Que mataría por dormir con ella. Que quiero ser su abrigo, su pecado inconfesable, el único tío que la haga gemir, sus quebraderos de cabeza, su todo. Que deje de mirarme así si después no me besa en la boca.

-Vaya… ¿qué te dijo ella? ¿Qué hizo?

-Se hizo la dormida.

domingo, 24 de octubre de 2010

sábado, 23 de octubre de 2010

Es curioso ver cómo gente que ocupaba un lugar importante en tu vida deja de ocuparlo. Comprobar que aquel lazo que creías que te unía a esa persona es más fácil de desatar de lo que pensabas. Que no importa todo lo vivido, que parece que todo se haya borrado de repente. Es sorprendente cómo puedes seguir viviendo sin personas que considerabas imprescindibles en tu vida. Que puedes ir perdiendo personas en tu camino sin que éste deje de ser el mismo.

Es irónico que siga doliendo a pesar de todo.

jueves, 21 de octubre de 2010

Hoy Soria es huérfana de padre. Ya nadie hablará de ella como tú lo hacías. Hoy Miguel, has escrito el punto final, ése que nadie quiere escribir, ése que nadie quiere leer. Hoy muere el cronista de Soria y la ciudad llora tu pérdida. Ya no veré la alegría en tu cara cada vez que nos encontrábamos, ya no volveré a leer esas dedicatorias tan sinceras en tus libros. A ti te debo el seguir escribiendo, tu opinión sobre mi primer texto la leí entre lágrimas de emoción, las mismas que hoy se escapan al escribir esto. Me dijiste que no dejase de escribir. Creo que nunca te conté que seguía haciéndolo, pero me conoces, sabes que no me conformaría con un solo escrito. Sólo espero que, como me dijiste, mi primer texto te haya ayudado a morir más tranquilo. Dudo que haya alguien más soriano que tú, un hombre sencillo, servicial, alegre y sobre todo buena persona. Ya ves, me cuesta utilizar el pasado para referirme a ti. Van a poner tu nombre a una calle, te lo mereces; en el Moncayo ya fuiste poniéndolo tú poco a poco. Seguro que allá donde estés llevarás tu capa y tu boina y seguirás dando a conocer tu tierra como has hecho durante tantos años.

Descansa en paz Don Miguel, descansa en paz amigo.

lunes, 18 de octubre de 2010

Viudo, huérfano, pero ninguna palabra para nombrar a los padres que pierden un hijo. No tiene nombre, va contra natura. Ningún padre debería sobrevivir a su hijo. Es ver cómo el peor de tus miedos se cumple. Te destroza. Es el mayor dolor de todos los posibles. Y esa pena no desaparece, sólo queda intentar aprender a vivir sin una parte de ti. No es fácil seguir hacia delante cuando nos falta alguien importante. No estamos preparados, es un golpe demasiado fuerte.

Ningún padre debería sobrevivir a su hijo… y ningún hijo debería perder a su madre tan temprano.

domingo, 17 de octubre de 2010

Y ahora viene el texto reivindicativo. Y es que por mucho que lo intento no consigo callar a la pequeña “protestas” que llevo dentro. Miro a mis padres, les digo adiós a través de la ventanilla del bus y la tristeza se apodera de mí. Pero de repente se abre el plano, como si estuviéramos en una película y deja de haber dos personas para haber decenas. No son actores secundarios, esto no es una película, es la cruda realidad. El autobús está lleno de universitarios y sus familias también han ido a despedirse. La impotencia empieza a igualarse con la tristeza. Empiezo a imaginarme sus vidas, qué harán hasta que su hijo llame para decir que ha llegado bien, le echarán de menos o descansarán de hijo por un tiempo, tendrán suficiente dinero o el darle el futuro que su hijo merece les conlleva hacer malabarismos con sus sueldos… No se equivoquen, no estoy diciendo que la gente no deba irse fuera de casa a estudiar. De hecho creo que es necesario, en los años universitarios no aprendes una carrera, aprendes a vivir. Es necesario, pero no debería ser una obligación. La razón que te lleve lejos nunca debe ser que apenas haya carreras en tu ciudad. No es justo que este sistema político permita tanto desequilibrio entre ciudades. Pero no nos engañemos, nosotros también tenemos parte de culpa al permitir que nos traten así.

La tristeza empieza a aumentar cuando, además de a mis padres, le tengo que decir adiós a mi ciudad.

viernes, 15 de octubre de 2010

¡Cómo pasa el tiempo! Es un tópico pero es verdad. Parece que fue ayer cuando era mi primer año de universidad y me subía al bus camino Salamanca envidiando a todos los veteranos. Hoy soy yo la veterana y envidio a los novatos. No sé si es que soy una envidiosa compulsiva o es que Salamanca dolió en un principio y dolerá al final. Son cinco años despidiéndome de mis padres en la estación, viendo cómo se quedan ahí quietos mientras yo me alejo a cinco horas de viaje. Mentiría si dijese que sabía lo que era echar de menos antes de irme tan lejos de casa.

Mentiría si dijese que no echaré de menos la ciudad charra.



Cuando llegue el frío que nos trae septiembre,
cuando yo me tenga ya que despedir...

Pd. Dani Jiménez, 22 de octubre a las 22.30 en La Buenaventura (Madrid)

lunes, 11 de octubre de 2010

viernes, 8 de octubre de 2010

Querida familia:

No lloréis, por favor os pido que no lloréis por mí. Son muchos años vividos y el diagnóstico de esta enfermedad no conseguirá que deje de reír. Espero que mi ausencia no logre borrar vuestra sonrisa. Siento no poder dejaros mucha herencia pero vivir la vida cuesta y prefiero que mi legado sean buenos recuerdos y algunos consejos. ¡No os quejéis que no os dejo deudas! Disfrutad de la vida, sólo hay una. Una...y se puede acabar en cualquier momento. Luchad, luchad por vuestros sueños, reivindicad lo que creáis justo, puede que no consigáis lo que os propongáis pero que no sea por no intentarlo. Caed, llorad, tened momentos malos; sólo así podréis crecer y llegar cada vez más alto. No veáis cada caída como un fracaso, sólo caen los que se arriesagan y sólo los valientes se levantan más fuertes. Estad ahí cuando os necesiten, sed hombro en el que llorar y oídos a los que hablar. Tened presente que a menudo el dinero no da la felicidad; ayuda por supuesto, no seamos tontos; pero los pequeños detalles valen más de lo que creemos.Enamoraros, quered a alguien con todo vuestro corazón. Compartir la vida con alguien es lo mejor que puede pasaros. Tened hijos y nietos, sois el mejor regalo que vuestro padre/abuelo me ha hecho nunca. Pero también, quereros a vosotros mismos, hay historias que por mucho que nos empeñemos no son nuestra historia de amor. Tened muy claro que las cosas les saldrán de lujo a la gente que no lo merece. Os encontraréis malas personas en vuestra vida y todo les saldrá bien. No dudarán en pisaros y en aprovecharse de vosotros. Puede que os quiten buenos trabajos, ascensos, novios... pero tened en cuenta que llega un momento en la vida en que miras hacia atrás y lo único que te importa es saber que has sido buena persona.

¡Ah, se me olvidaba! Perdonadme cuando vengais a verme y no os reconozca. No será porque no os quiera, sino porque este puto Alzheimer me estará ganando la partida.

miércoles, 6 de octubre de 2010

No hace falta que me jures amor eterno, que me prometas que seremos felices juntos. No quiero conocer a tus padres ni celebrar catorces de febrero. No pienso decirte te quiero y me niego a oírte decirlo. No pasearemos por los parques, ni celebraremos aniversarios, ni haremos viajes juntos. No agotaré mi paciencia esperando a que me llames ni te mandaré mensajes cuando salga por la noche. No te echaré de menos. Tan solo quiero que esta noche me mires.

martes, 5 de octubre de 2010

Decálogo del buen socio


Para ser un buen socio tienes que montar un bar. Un bar de cantautores, con textos de este blog colgados en las paredes y con “tetitas joy” pasando entre las mesas. Algo que surja de casualidad y te una como buenos frikis, como buenos frikisocios.

Para ser un buen socio tienes que ser miliki, aunque sólo los buenos llegan a ser “milikazo tremendo”.

Para ser un buen socio tienes que ser capaz de conducir más de 600 kilómetros en un día para que pueda ver un concierto. O tienes que saberte prácticamente de memoria el camino Salamanca - Madrid para poder tomarnos una ronda en Libertad 8.

Para ser un buen socio tienes que saber escuchar; estar ahí cuando te necesiten, siempre que te necesiten; no fallar nunca; pensar siempre en los demás antes que en uno mismo; en resumidas cuentas ser un buen amigo, o ser un fabresiano más, como quieras decirlo.

Para ser un buen socio tienes que ser una de las mejores personas que conozco. Feliz cumpleaños Adri, feliz cumpleaños socio.



domingo, 3 de octubre de 2010

-Eres diferente al resto de chicas.

-¿En qué sentido?

-Tú me gustas.

viernes, 1 de octubre de 2010