No hace falta que me jures amor eterno, que me prometas que seremos felices juntos. No quiero conocer a tus padres ni celebrar catorces de febrero. No pienso decirte te quiero y me niego a oírte decirlo. No pasearemos por los parques, ni celebraremos aniversarios, ni haremos viajes juntos. No agotaré mi paciencia esperando a que me llames ni te mandaré mensajes cuando salga por la noche. No te echaré de menos. Tan solo quiero que esta noche me mires.
miércoles, 6 de octubre de 2010
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