Hay gente muy rara por el mundo pero ese señor tenía algo que atraía.Le veía todas las mañanas cuando iba al río a pasear. Él siempre estaba pescando en el mismo sitio. Al principio no reparé en su presencia, iba demasiado ocupada pensando en que mi vida era una mierda y apenas me daba cuenta de lo que había a mi alrededor. Pero un día, por razones que no podría explicar, mis ojos dejaron de mirar al suelo para mirarlo a él. Desde entonces le buscaba con la mirada todos los días. Él pronto se dio cuenta de que siempre era la misma chica la que pasaba a la misma hora por el mismo lugar y empezó a utilizar su sonrisa como forma de saludo. Yo se lo devolvía aunque la verdad, ahora que lo pienso, sentía algo raro cada vez que le saludaba. A medida que pasaban los días iba descubriendo más detalles de él, siempre llevaba un chaleco verde con un montón de bolsillos pero sin ningún anzuelo de repuesto y llevaba un gorro en el que podía leerse "por la boca vive el pez". Me hizo gracia, me recordó a la canción de Fito. Un día decidí acercarme a él.
sábado, 30 de octubre de 2010
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Para cuándo la Parte II????
ResponderEliminarUn besoo