miércoles, 21 de marzo de 2012

IV

- Rick, lo tengo todo planeado, esta noche le pido matrimonio.
- ¡Pero qué dices tío! Complicará las cosas
- ¡Qué va! Seguiremos haciendo lo mismo.

Me dijo que sí con lágrimas en los ojos y yo tuve que tragar dos veces para que no se me escapara ninguna. Era extraño, le pedía matrimonio porque no quería estar sólo, pero puede que en el fondo la quisiese. La noche fue increíble, tras la cena nos fuimos directos a la pensión a celebrar las buenas nuevas. Al día siguiente, Isabelle se marchó temprano. Yo llamé a mi chófer para que viniera a recogerme. Todo era perfecto, pero al doblar una esquina la vi en un taxi. ¡Isabelle me estaba siguiendo! ¡Mi amigo tenía razón! Empecé a sentirme mal, muy mal, quería mi dinero y yo se lo había puesto en bandeja al pedirle matrimonio. Claro que dijo que sí la muy puta, las lágrimas eran de felicidad al ver que su plan estaba funcionando. Pero le había descubierto y ahora podía idear un plan: con la excusa del trabajo, le diría a Rick que quedase con ella todos los días que yo no podía.

1 comentario:

  1. Estoy impaciente por saber cómo se las apañan ahora con la chica... y la chica con el nuevo marrón que le espera...

    ResponderEliminar