lunes, 18 de octubre de 2010

Viudo, huérfano, pero ninguna palabra para nombrar a los padres que pierden un hijo. No tiene nombre, va contra natura. Ningún padre debería sobrevivir a su hijo. Es ver cómo el peor de tus miedos se cumple. Te destroza. Es el mayor dolor de todos los posibles. Y esa pena no desaparece, sólo queda intentar aprender a vivir sin una parte de ti. No es fácil seguir hacia delante cuando nos falta alguien importante. No estamos preparados, es un golpe demasiado fuerte.

Ningún padre debería sobrevivir a su hijo… y ningún hijo debería perder a su madre tan temprano.

1 comentario:

  1. Todas las pérdidas son dolorosas, pero esas....no se les puede dar nombre, sólo queda aprender a seguir, como si siguiéramos con un brazo de menos...

    Un abrazo :)

    ResponderEliminar