El fin del mundo ha llegado. Hace ya, conté que Satán había elegido forma de señora en un supermercado. Esta vez ha mutado y ha elegido a una de las especies más inteligentes que existen, Satán ahora es un pulpo. Pero no un pulpo cualquiera, no señores, eso sería demasiado vulgar para Satán, un pulpo que tiene en sus tentáculos el poder de predecir el futuro de la vida humana, qué digo de la vida humana, del universo entero!!! Un pulpo que adivina quién ganará los partidos en el Mundial. Yo es que me paro a pensarlo y me da hasta miedo. No que un pulpo adivine el futuro, ¿Rappel no hacía algo parecido? Lo que realmente me asusta es que un pulpo adivinador llene minutos y minutos de telediarios y páginas y páginas de periódicos y revistas. Me pregunto qué sentirá Pedro Piqueras al ver que la noticia que viene después de una nueva muerte en las carreteras sea que un jodido pulpo adivina resultados. Pero no me malinterpreten, no tengo nada en contra del pulpo, si encima da a España como ganadora (no deberíamos ni jugar el partido, el pulo ha hablado, amén hermano). Lo que de verdad que no llego a entender es el fervor extremista que está causando la roja. Echando la vista atrás me asombro ante el hecho de que algunos (miles) seguidores desconfiaran de la ahora considerada la mejor selección del mundo (y sin jugar el partido oye, que no sólo lo dice el pulpo, que también lo dicen los manolos) aunque bueno anda qué no ha llovido desde aquello, ah no esperen, que fue en este mismo Mundial ante Suiza.
Pero saben, no sólo me asusta, también me entristece. Lamento que el fútbol sea lo único que consiga unir a esta España tan bipartidista. Da igual que Puyol sea catalán, del PP, del PSOE o del partido contra la explotación de los pulpos con tal de que marque o evite goles. Me gusta el fútbol, quiero que España gane el Mundial, celebraré los goles y pasaré una buena tarde de fútbol con l@s amig@s pero no esperen que mire para otro lado cuando veo que esto se nos va un poco de las manos.
Un pulpo… ¡qué listo este Satán!
Pero saben, no sólo me asusta, también me entristece. Lamento que el fútbol sea lo único que consiga unir a esta España tan bipartidista. Da igual que Puyol sea catalán, del PP, del PSOE o del partido contra la explotación de los pulpos con tal de que marque o evite goles. Me gusta el fútbol, quiero que España gane el Mundial, celebraré los goles y pasaré una buena tarde de fútbol con l@s amig@s pero no esperen que mire para otro lado cuando veo que esto se nos va un poco de las manos.
Un pulpo… ¡qué listo este Satán!
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