Soy estudiante, universitaria concretamente, en una ciudad cuyo nombre no quiero acordarme pues este texto puede ser extrapolado a cualquier universidad de nuestro país. Y no, no piensen que dejo impresa esta perla sin documentarme. Es verdad que mis fuentes no han sido ni estudios, ni estadísticas, ni libros…sino la voz de estudiantes y profesores de otras carreras y ciudades… que son los que realmente saben cómo está la enseñanza en España, los que a veces, más de las que piensan, sufren la educación. Pero este texto no va dirigido a los altos dirigentes, para ellos el texto sería mucho más crítico, este documento va directo a los antes mencionados, a los profesores y alumnos, las verdaderas víctimas y verdugos de esta situación.
Siento verdadera lástima al ver cómo algunos profesores no son realmente conscientes de la importancia que tiene su trabajo; de que no tengan en cuenta al alumnado; de que su tremenda dejadez les impida saciar el interés de los alumnos; sí existen, aún quedamos alumnos cuya meta en la vida es aprender y crecer como estudiantes y personas. No pueden ni imaginarse por un momento el desánimo que me invade al ver cómo personas que realmente estudian, se interesan, se esfuerzan y se preocupan suspenden, mientras que otras personas ven aprobados sus “esfuerzos” por hablar en voz baja o “asomarse disimuladamente” al examen del compañero para que el profesor no se dé cuenta. La impotencia que me invade cuando percibo que me están quitando mi derecho a aprender; que somos los últimos monos de un sistema al cual se le presupone que vela por nuestra educación y futuro; que es una pantomima de tal calibre que permite que profesores falten a clase sin justificación, lleguen tarde a la hora a la que ha sido convocado el examen, coman frutos secos mientras nos ponen un vídeo, aprueben su asignatura por comprar un libro (el suyo por supuesto), deleguen en sus alumnos su obligación de dar clase mediante la exposición por parte de éstos de absolutamente todos los temas (de su libro no lo olvidemos)…
No piensen que barro para casa, aquí hay piedras para todos incluso para mi propio tejado. La rabia que me inunda ante el conformismo extremo de ciertos alumnos, ante esa postura de pasotismo, ante la inmadurez “post-adolescente”, ante la falta de aspiraciones e inquietudes, ante la ley del mínimo esfuerzo que impera en nuestra sociedad. Alumnos cuya máxima capacidad de respuesta sea un “bueno, que pongan un aprobado general” ante la incompetencia mostrada a la hora de buscar un sustituto del profesor titular. Estudiantes cuya única meta es el éxito, medido por la cantidad de salidas nocturnas y no por la cantidad de conocimiento adquirido y reflejado mediante la popularidad en el grupo.
¿Qué podemos esperar de un sistema que permite que profesores totalmente incompetentes ocupen un sitio fijo en despachos y que alumnos que leen la “Super Pop” en clase sean diplomados, licenciados…?
Pero no crean que esto no va con ustedes porque no son estudiantes. Les recomiendo que el día de mañana no caigan enfermos, ni tengan un juicio, ni quieran llevar a sus hijos al colegio, ni necesiten ayuda de un psicólogo, ni… pues siento decirles que les atenderán los/las “Super Pop apruebo los exámenes copiando”.
¿Pero saben qué es lo peor de todo? Que este texto no va a servir para nada, no va a cambiar absolutamente nada. Qué rabia señores, qué rabia.
P.D.1: aún sigo esperando aquel “aprobado general”. Aunque mientras espero, me conformo con el 5´1 que saqué en el examen con mi esfuerzo y estudio.
P.D.2: no piensen que este texto es anónimo por cobardía, sino porque la falta de profesionalidad de ciertos profesores me condenaría a no ser psicóloga nunca pues no aprobaría su asignatura, y eso señores, no habrá nadie que me impida conseguirlo.
P.D.3: afortunadamente, sigue habiendo profesores y alumnos por los que todo esfuerzo educativo merece la pena.
Cuanta razón tienes, y qué podemos hacer? El hecho de pensar en hacer algo humilla más la situación...
ResponderEliminarMiles de veces me siento de la misma manera. Aquí no se licencia al que corra por sus venas los conocimientos, la belleza que encuentra en su carrera, aquí se premian otras cosas... mucho más materialista. porque no creamos personas, sino seres sin razonamiento....
me seguiré pasando por tu blog, muy bueno!
un abrazo