lunes, 4 de abril de 2011

- ¡Yo no me equivoco nunca! he dicho.

- Vamos a cambiar de tema porque mira que eres cabezona.

- ¿Y de qué quieres hablar?

- El chico al que besabas anoche ¿es tu novio?

- ¡Toma cambio de tema! Mira que eres cotilla. ¿Por qué quieres saber si es mi novio o no, qué más te da?

- Quiero saber si tengo alguna oportunidad.

- jajaja, qué bobo eres. Tú lo quieres saber porque eres un cotilla. Una oportunidad dice, tú y yo tonteamos porque nos divierte mucho tontear pero sabemos que ninguno de los dos quiere algo más, eso lo hace aún más divertido porque nadie sale mal parado.

- ¡Qué no cambies de tema! ¿Es tu novio o no?

- No es mi novio, es una historia muy larga.

- Soy todo oídos.

- No, tú eres Jorge Javier Vázquez y en algún momento, no sé en cuál ni cómo, este bar se ha convertido en el plató de Sálvame.

- Lo guapa que eres y lo tonta que te pones a veces.

- Lo zalamero que eres y lo cotilla que te pones a veces.

- Cuéntame la historia.

- Vale, pero te la cuento mañana que hoy se me ha hecho tarde.

- Prométemelo, mañana me cuentas tu larga historia de amor con tu no- novio. Date prisa o no llegarás a coger el autobús.

- Adiós zalamero.

- Adiós guapa. Y lo ves como a veces te equivocas.

- ¿Ah sí? A ver listo, ¿en qué me he equivocado?

- Mataría por tener una oportunidad

3 comentarios:

  1. esa soy yo. bueno, en el papel de él.

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  2. Cuantas veces nos quedamos en la estacada por no saber pedir una oportunidad...

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  3. Uno: Pero a ver ¿a quién besabas?

    Dos: Dale una oportunidad.

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