Echo de menos los tiempos mejores. Tanto, que me echo de menos a mí. Me da miedo la vida, o dejar de vivir, no lo sé. Siento tantas cosas en tan poco tiempo que he dejado de sentir. Ensucio los trapos aún sabiendo que luego me tocará lavarlos. Tiemblo al pensar lo que vendrá, perderé parte de lo que ahora tengo. Me empeño en ir corriendo aunque no sepa dónde ir. Robo parte de vida a mi imaginación. Busco soluciones y me encuentro problemas. Ando caminos empedrados con arena en las sandalias. Aún no me creo que haya más sitios que Paris. Tropiezo con piedras que se convierten en pedruscos cuando intento esquivarlas. No soy como creen que soy, tampoco como creo yo. Rompo sueños sin soñarlos. Intento juegos de palabras sin saber bien qué decir. Me quedo a un paso de cebra de ser feliz.
sábado, 13 de agosto de 2011
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habra que hacer todo lo posible para romper esa distancia que nos separa de lo que queremos
ResponderEliminarCréeme, existe un lugar mejor que París, donde el vértigo se asiente. Si no lo encuentras, te invito a caminar por mi bulevar parisino, ahí siempre encontrarás cobijo :)
ResponderEliminarHay muchas vidas en una vida, y hay muchos días en un día, ese día trece parece no ha sido uno de los mejores, cuando ello ocurra, escríbelo tan bien como lo has hecho, para el gusto de quienes te leemos, y déjalo volar, no te lo lleves a dormir contigo.
ResponderEliminarFeliz verano
Antonio