sábado, 17 de septiembre de 2011

Voy camino Soria, no lo digo yo, lo canta Urrutia. Echo de menos tu voz susurrándomelo al oído justo antes de cada despedida, justo cuando mi pie derecho tocaba las escaleras del bus. Estabas en la estación, conmigo, siempre conmigo. La vuelta a la rutina es menos dura si te esperan. Siempre sonriente, con sugus de piña en el bolsillo, mirando el reloj impaciente. Sabíamos que me iría, sabíamos que un día iría camino el destino y que tú no cogerías ése autobús. Ahora llego a una ciudad donde nadie me espera. Me envuelve la soledad de un metro lleno de gente y me hago pequeña. Miro a mi alrededor y nadie mira a nadie. Me pregunto si has vuelto a ir a la estación, si tienes a alguien por quien la espera merece la pena. Yo subo al autobús, ¿de qué sabor le gustarán los sugus a ella?

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