lunes, 31 de marzo de 2014

Es en la noche cuando la nostalgia gana la partida y no consigo esconder todo lo que te echo de menos. Y no, no pienso pedirte que vuelvas. Porque sé que no seré feliz a tu lado, porque no puedes aportarme todo lo que necesito, porque no me convienes, porque en realidad me hace daño estar contigo. Vamos, que no pienso pedirte que vuelvas porque no. Lo tengo claro, ahora sólo falta que este jodío corazón se convenza.

2 comentarios:

  1. Corazón y cabeza siempre a diferente ritmo. La putada es que el corazón, en cuanto todo se queda en silencio, empieza a gritar y se pone a llamar a la nostalgia a gritos, aunque te hayas pasado todo el día sin escucharle una sola queja.

    Supongo que es cuestión de tiempo que se nos pase, se cure o se inmole para renacer de las cenizas.

    Ánimo.

    Un abrazote.

    ResponderEliminar
  2. Corazón y mente unidas... menuda utopía, ¿eh? Aunque a veces se consigue. Keep trying :)

    Un abrazo.

    ResponderEliminar