sábado, 8 de diciembre de 2012

Se me olvidó otra vez que en ocasiones tengo yo la culpa. Que los demás quizás no están equivocados, que es mi forma de ver las cosas la que hace que cometa errores. Se me olvidó otra vez que no puedes esperar que los demás hagan por ti lo que tú haces por ellos. Que no son como tú, ni tú como ellos, ni te obligan a serlo. Se me olvidó otra vez que soy yo quien toma las decisiones, quien se ha hecho a sí misma, con sus defectos y sus virtudes. Se me olvidó... Y menos mal, que una vez más tú estabas ahí para recordármelo. Para hablarme sinceramente, para decirme las cosas sin edulcorantes porque sabes que es así como hay que soltármelas para que espabile. Para hacerme ver que soy yo la que una vez más me equivoco, que nuestra forma de ser a veces nos hiere. Se me olvidó otra vez y se me olvidará más veces... y sólo espero que tú estés ahí como estás siempre.

1 comentario:

  1. Y es que hay ángeles que están ahí y nos salvan del naufragio social y emocional, porque no somos perfectos, y cometemos errores, pero así es la vida.

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