Lo siento cariño pero me he
acostado con otro. No, no es una broma. Te dejo esta carta antes de irme porque
soy tan cobarde que no me atrevo a decírtelo a la cara. Sí, también soy una
puta pero no pude resistirme a un joven, mucho más guapo que tú, pero gilipollas
al fin y al cabo. Soy consciente de que he roto todo aquello que fuimos
construyendo juntos poco a poco. Que he sido tan imbécil que lo he echado todo
a perder. No espero que me perdones, te mereces a alguien mejor que yo. Seguro
que lo encuentras, no será difícil dar con alguna que no sea tan zorra.
Entendería que no me quisieses ver más en tu vida y que vayas contando por ahí
que fui una auténtica cabrona. Quédate con el piso y el coche, no me los
merezco. Me imagino la decepción y rabia que sentirás por dentro y que sólo me
desearás lo peor. Lo siento.
P.D.: tranquilo cariño, no
te he puesto los cuernos pero quería que sintieses el dolor que sentí yo cuando
me enteré de que tú sí lo habías hecho. No te molestes en llamar a la puerta,
todas tus cosas están en esta maleta. ¡Ah, por cierto! Tu camiseta firmada del
Real Madrid se la he regalado a mi monitor del gimnasio, no veas cómo le
sienta.
Colaboración con #relatosDecepcion una iniciativa de @divagacionistas