- ¿Y tú cómo sabes que las heridas van cicatrizando?
- Cuando empiezo a hablar de ellas.
- ¿Y cuándo sabes que han cicatrizado?
- Cuando dejo de hablar llorando.
jueves, 28 de noviembre de 2013
jueves, 21 de noviembre de 2013
Allí estaba yo
esperando el autobús camino Logroño. Y allí estaba él. La espera se ponía
interesante la verdad, con este hombre en el autobús el viaje no podía ser
aburrido. La gente le llama pobre hombre, a mí más bien me pareció un hombre
perdido. No sé muy bien su historia pero parecía una de esas personas a las que
la vida sólo les ha dado ostias, tantas ostias y tan fuertes que la jodía de la vida acaba ganando la
partida. Me equivoqué. No iba a Logroño. Apareció el autobús de Madrid y vi luz
en su mirada y un atisbo de sonrisa en su cara. Esperaba a alguien que no vino.
La luz de su mirada se apagó, y entendí que la tímida sonrisilla un día fue
sonrisa pero que el tiempo se ha encargado de ir apagándola a base de
desengaños.
Y ahora, siempre que le
veo le sonrío, porque se lo merece. Porque pese a todo sigue manteniendo la
esperanza, pero sobre todo porque pese a que la vida le ha ganado muchas
batallas, él a sus sesentaitantos aún no ha dado la guerra por perdida.
sábado, 16 de noviembre de 2013
Dan explicaciones:
El que ve los
documentales de la 2 en vez de los cotilleos. El que es sensible en vez de un
pasota. El que antepone a los demás en vez de pensar en sí mismo. El que lucha
por su sueño en vez del que elige el trabajo fijo. El que valora los detalles
en vez del dinero. El que sobreprotege a los suyos en vez de pasar de ellos. El
que prefiere unos árboles en vez de un coche. El que se compra unos zapatos que
le gustan en vez del que espera a que alguien se los regale. El que ha sido
dejado en vez del que deja. El que es de bueno tonto en vez del tonto. El que
se encuentra una cartera y la devuelve intacta en vez del que roba millones. El
que ha perdido su medio de trabajo en vez del culpable de que el petróleo
llegara a la costa. El que se lesiona porque le sienta bien salir a correr en
vez del que cobra burradas por hacer deporte. El que escucha siempre en vez del
que no escucha nunca. El que tiene que pedir que se le escuche en vez del que
no escucha aunque se lo pidan. El que es capaz de salir de fiesta solo porque
es lo que su amiga necesita en vez del que se va a casa porque tiene resaca. El que fracasa porque lo intenta en vez del
que no hace nada por miedo a fracasar. El que se deja bigote por apoyar a su
amigo en vez del que no es capaz de hacer eso tan fácil por un amigo. El que no
se atreve a decir lo que le ha dolido en vez del que escupe defectos a la cara.
El que no bebe porque conduce en vez del que se emborracha aún teniendo que
llevar a gente a casa. El que tiene aficiones y disfruta con ellas en vez del que
ve pasar la vida desde el sofá. El soltero que hace planes con sus amigos en
vez del que se echa novi@ y deja de quedar con sus amigos. El cornudo en vez
del que pone los cuernos. El que cuida a los demás antes que a sí mismo en vez
del que no sabe ni cuidarse a sí mismo. El que se queda sin cazadora en vez del
que la roba. El que lo pasa mal cuando se muere alguien en vez del que asesina.
El votante en vez del político. El que pide un crédito en el banco porque
necesita dinero en vez del que lo deniega. La mujer por ser mujer en vez del
hombre y la mujer. El que no es como estipula la sociedad en vez del que es
mala persona. El que prefiere el polo de limón al de naranja… El mundo al revés
chico.
P.D.Sí, he estado desaparecida de estos mundos blogueros mucho tiempo, pero para resurgir con más fuerza a veces hay que desaparecer primero. Si lo hace el Guadiana, no puede ser malo :)
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