- ¿La vida? La vida es muy puta Sam. Es tan puta que sólo hay una. O te la comes o no te la comes. Y es así. Vives lo que estás dispuesto a vivir, y lo que no, no se va a quedar ahí esperándote. Se larga, y seguramente no vuelve. ¡Qué coño seguramente! Que no vuelve tío, que te quedas sin vivir por mierdas. Porque es así, la mayoría de las veces consiguen paralizarte cosas que en realidad son mierda, aunque a ti en ese momento te parezcan un mundo. Y desperdiciamos el tiempo. Como si nos sobrara, como si nos creyésemos sus jodidos amos. Joder Sam, si ni siquiera sabemos cuánto tenemos. Que la muerte es otra puta por la que pagamos un alto precio. Y la gente no lo sabe, no tienen ni puta idea de que el sentido de la vida, en realidad, es morir viviendo. Sí Sam, tú decides, o te comes el mundo o no te lo comes.
- Joder tío, que sólo te he preguntado si querías la última aceituna.
- Cuida no se te atragante.
Y todo puede resumirse en comerse o no una aceituna.
ResponderEliminarDejando de lado que me he divertido mucho leyendo esta entrada, diré que tiene un trasfondo único. Y que tras la comicidad de la situación se entrevé el ser o no ser, el comerse o no la aceituna.
ResponderEliminarY el final... el final es tan contundente, seco y dramático que me parece acertadísimo. No podemos dejar que el mundo se nos siga atragantando, hay que tener cuidado pero sin ser la presa. ;)
Un abrazo!