sábado, 25 de febrero de 2012

Propongo dejar de hacernos caso. No fui yo quien rompió ese vaso. No quise hacerte daño, pero ahora que sangramos los dos, el mundo me parece menos raro.

martes, 21 de febrero de 2012

Este último año ha tenido buenos y muy malos momentos. De una u otra forma, ha estado lleno de cambios, de cambios importantes. Y esto se ha visto reflejado en este blog. No en forma de textos sino en escasez y pérdida de calidad de los mismos. En realidad, no sé si es por esta nueva etapa que he comenzado, por falta de inspiración, por falta de tiempo… o simplemente porque el juego de creerme capaz de escribir algo que merece la pena ha acabado. No puedo decir si seguiré o no con este espacio, todo depende de si los intentos de juntar palabras dan algo que merezca ser leído. Pero hoy, este blog cumple 2 años y quiero dar las gracias a todos los que dedicáis parte de vuestro tiempo a leerlo.

sábado, 18 de febrero de 2012

- Mírame a los ojos y dime que lo de anoche fue un error.

- No debimos hacerlo. Los dos queríamos, pero no debimos hacerlo.

- Pídeme que deje a Marta.

- No pidas a otro lo que tendría que salir de ti. Además, da igual, tarde o temprano volverías con ella, siempre lo haces. Yo acabaré pasándolo mal y tú con ella. No pienso empezar una relación así.

- Siempre dices que harías cualquier cosa por amor. Mientes.

- Hasta los kamikazes tienen un límite.

miércoles, 15 de febrero de 2012

miércoles, 8 de febrero de 2012

Salamanca

Se me acumula el cariño de no barrerlo, de no airearlo en dos ciudades. Se me amontonan las nostalgias de vidas y venidas. Se me escapan los te echo de menos, los a las siete en el Toscano. Se me quiebran los malos recuerdos. Se me cruzan los cables, tengo que reconocerlo. Se me dibujan sonrisas si oigo P´aki P´alla. Me escuecen las heridas, no las cicatrices, las heridas. Se me ha quedado pendiente una visita a Zamora (prometo que no por mucho tiempo). Se me enamora el alma (tenía que ponerlo). Se me llenan las dudas de reproches. Se me duermen los atardeceres sentadas en la plaza. Se me para el tiempo reviviendo fotos. Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Ahora que estamos cara a cara, tengo que reconocerte que siempre he tenido ganas de matarte. Puede que sea por eso por lo que hay una pistola apuntando a tu frente. Quiero matarte desde el primer día que nos vimos, con esas ganas de meterla, con ese aire de gilipollas. Apuesto que no soy la única que quiere verte muerto. Ver cómo la bala va quemando poco a poco todas las capas de tu piel. Cómo perfora el cráneo lentamente y jode todas tus funciones ejecutivas al quedarse incrustada en tu lóbulo frontal derecho. Sí, estoy apuntando al lado derecho, para que seas consciente de lo que te estará sucediendo. Pero lo mejor de todo es que esto sólo durará unos segundos, pasará en tan poco tiempo que ni siquiera conseguirás salvarte como siempre haces. Siempre he tenido ganas de matarte, como en esas pelis en las que el bueno muere con un disparo en la frente.