Ahora que estamos cara a cara, tengo que reconocerte que siempre he tenido ganas de matarte. Puede que sea por eso por lo que hay una pistola apuntando a tu frente. Quiero matarte desde el primer día que nos vimos, con esas ganas de meterla, con ese aire de gilipollas. Apuesto que no soy la única que quiere verte muerto. Ver cómo la bala va quemando poco a poco todas las capas de tu piel. Cómo perfora el cráneo lentamente y jode todas tus funciones ejecutivas al quedarse incrustada en tu lóbulo frontal derecho. Sí, estoy apuntando al lado derecho, para que seas consciente de lo que te estará sucediendo. Pero lo mejor de todo es que esto sólo durará unos segundos, pasará en tan poco tiempo que ni siquiera conseguirás salvarte como siempre haces. Siempre he tenido ganas de matarte, como en esas pelis en las que el bueno muere con un disparo en la frente.
miércoles, 1 de febrero de 2012
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a veces te mataria.. y otras sin embargo te quiero comer
ResponderEliminarMucha suerte luego!!
ResponderEliminarMuchos besos
Y mejor aún que apretar el gatillo es ese momento en el que aputas con la pistola y leyendo el miedo de sus ojos, sabes que ha comprendido que vas a disparar.
ResponderEliminarUn saludo
Ehse