domingo, 18 de diciembre de 2011

No digas que la conoces si nunca le has visto llorar. Cuando ya no aguanta más y la rabia le hace gritar. No digas que estás a su lado sino te piensas quedar. Cuando haya caído tantas veces que necesite ayuda para caminar. No digas que la puedes controlar si jamás le has visto esnifar. Cuando lo que le consume es la vida en realidad. No digas que la sostienes si nunca le has dejado saltar. Cuando bajar es la única forma de empezar. No digas que la has visto luchar sino tienes heridas que ocultar. Cuando se golpea a sí misma porque ya no le llega con hacerlo a las demás. No digas que la quieres si nunca le has llegado a odiar. Cuando se da por vencida y se empieza a matar. No digas que la sabes escuchar sino le has oído callar. Cuando las palabras duelen y silencia la verdad. No sigas que la comprendes sino sabes volar. Cuando se deja caer sin miedo a lo que vendrá. No te atrevas a decir que sabes cuándo está mal. No hay ruido cuando el árbol cae solo.

4 comentarios:

  1. Me encanta la he leido ya cuatro veces y seguro que las leere mas de una vez mas

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  2. Quizás si sepa volar y vuele junto a ella.

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  3. ni digas que la conoces si no has visto su despertar...

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  4. Desgarrador. es desgarrador lo que has escrito y como lo has hecho....
    No digas que no vas a seguir, no digas que tu no estarás.

    besos

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