Se acaba el amor como se acaba lo que un día comenzó. Se van las ganas de verte como se va lo que nunca debió quedarse. Se agota la pasión como se agota lo que no es para siempre. Se marchan las mariposas del estómago como se marchan los días a tu lado. Se dejan de decir cursiladas como la frase anterior. Se pierde la ilusión como se pierde lo que a veces se encuentra. Se queman los recuerdos como se queman las fotos. Se roban los besos como se roba lo que ya no se tiene. Se acaba el amor como se acaba todo en esta vida. Y la vida siguió como siguen las cosas que no tienen mucho sentido.
lunes, 25 de julio de 2011
lunes, 18 de julio de 2011
viernes, 15 de julio de 2011
Historias de metro II: ¿Dónde está el chico del metro?
La gente escribe sobre esa persona que se encuentra todos los días en el vagón del metro. Esa persona del sexo opuesto que el destino ha puesto justo ahí, justo en el asiento de enfrente para que así pueda entrar en tu vida y quedarse para siempre. Esa persona que en un principio pasa totalmente desapercibida pero que poco a poco va llamando tu atención. Es entonces cuando empieza el cruce de miradas y sonrisas, las dudas sobre decirle algo o no… Y un día, un día como otro cualquiera pero que cambiará tu vida, esa persona ya no estará sentada enfrente de ti, sino en el asiento de al lado. Y te mirará, te sonreirá y te hablará. Y hablaréis como si no pasara el tiempo ni la parada del metro y os perderéis por las calles de Madrid sin más dirección que la que os lleve a estar juntos.
Pues eso, ¿dónde está mi chico del metro? Porque cojo todos los días el mismo metro, a la misma hora, pero veo a personas distintas cada vez, y algunas de ellas muy raras.
Pues eso, ¿dónde está mi chico del metro? Porque cojo todos los días el mismo metro, a la misma hora, pero veo a personas distintas cada vez, y algunas de ellas muy raras.
martes, 12 de julio de 2011
Historias de metro I
La chica de verde sale llorando del metro y no me hago a la idea de cuál será el motivo. Hay tanto motivos para llorar, tantos… que algunos ni siquiera son verdaderos motivos. Sale llorando y pienso que yo también lloraría ahora mismo. No sé por qué llora, ni tan siquiera sé si tendrá a alguien que le consuele. Solo sé que yo sí tengo y que son capaces de quitarme las ganas de llorar aún estando lejos.
domingo, 10 de julio de 2011
Tengo miedo:
De ser tan pequeña en el metro. De perder tu cuerpo. De sentirme sola rodeada de gente. De los cambios aunque sean buenos. De septiembre sin Salamanca. De tener que irme lejos. De no tener nada que perder. De la estupidez humana. De no frenar antes de que llegue el precipicio. De la gente que no tiene miedo. De que faltes. De la audiencia de Sálvame. De la falta de educación. De los partidos políticos. De que te vayas a por tabaco y vuelvas a fumar otra vez. De los fans de Justin Bieber. Del verano en Madrid. De no despertar de nuevo. No es miedo a la muerte, es fobia a los entierros.
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