viernes, 3 de agosto de 2012

Vámonos lejos. Tú y yo, vámonos. O mejor dicho, me voy lejos, vente si quieres. Sin definir qué somos, sin la necesidad de ponerle nombre a esto que ni siquiera nosotros entendemos. Yo tengo claro que huyo, tú puedes venir por el motivo que sea. Allá donde vayamos nadie nos exigirá un por qué. A mí me consume esta ciudad y tú siempre has querido consumirte en otros cuerpos. Yo no creo que vuelva, tú cuando quieras regresas. Vámonos sin un nos estamos conociendo, sin pasar de no saber dónde vives a saber el cajón donde guardas las sábanas, sin conocer a nuestros padres... saltémonos pasos. O mejor, fijemos unos nuevos, unos que sólo sean nuestros.  Vámonos dando de qué hablar, porque si nosotros no lo entendemos, por qué coño tienen que entenderlo ellos.